Abastible irrumpe en Europa en gas y apunta a las energías verdes
La compra del negocio de gas licuado de la empresa Cepsa en España y Portugal posicionará a la firma del grupo Angelini como "uno de los mayores operadores del mundo” en el rubro. Se trata del primer paso de una estrategia de mayor escala que apuesta a la transición energética.
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A primera hora de ayer viernes, un hecho esencial de Empresas Copec sorprendió al mercado anunciando un nuevo movimiento en el negocio del gas con el cierre de un acuerdo para la compra de la división de gas licuado en España y Portugal de la compañía Cepsa por parte de su filial Abastible, operación que ascendería a 275 millones de euros.
En concreto, se trata de la adquisición de Gasib Sociedad Ibérica de Gas Licuado y Gasib -Sociedad Ibérica de Gás Liquefeito – además de "otros acuerdos complementarios" en relación con el negocio de gas licuado, mediante un contrato de compraventa de acciones a través de Hualpén GAS S.A., filial de Abastible.
Para la división de Empresas Copec –presente en Chile, Colombia, Ecuador y Perú- la irrupción en los mercados español y portugués implica un salto en su estrategia internacional, ya que representa su ingreso a Europa. Y por la puerta ancha, ya que Gasib España es el principal actor en el negocio de GL envasado no regulado en dicho país, mientras que Gasib Portugal es la quinta empresa en el rubro por participación de mercado, y ambas cuentan con una infraestructura de seis plantas de almacenamiento y llenado, entre otras instalaciones.
"Esta operación por primera vez en Europa, permite profundizar la participación en la distribución de un combustible que tiene un rol en la transición energética”, señaló ayer a la Comisión para el Mercado Financiero (CMF) el gerente general de Empresas Copec, Eduardo Navarro.
El gerente general de Abastible, Joaquín Cruz, fue más allá afirmando que con esa adquisición “nos hemos convertido en uno de los mayores operadores de gas licuado del mundo” y anticipó que los puntos de colaboración establecidos en el acuerdo -como el suministro de gas licuado de largo plazo- son “un muy buen punto de partida para crear sinergias y otros desarrollos futuros”.
El anuncio coronó un proceso formal de licitación de esos activos que Cepsa inició el primer trimestre de este año, el cual –según fuentes al tanto- consideró todas las fases tradicionales de un negocio de estas características, que implicó visitas de la cúpula ejecutiva a instalaciones de la compañía. Desde ahora, la transacción está sujeta al cumplimiento de las condiciones establecidas en el contrato de compraventa, entre las cuales están la aprobación de la autoridad española y de la Comisión Europea en libre competencia.
Los nuevos negocios
Navarro, principal ejecutivo del mayor holding del grupo Angelini, dio luces del trasfondo estratégico en esa operación de ultramar en su información a la CMF. "La presencia en una región más desarrollada, en una relación de largo plazo con un líder energético europeo, representa una relevante oportunidad para impulsar también nuevas energías y modelos de negocios en todas las geografías", indicó el alto ejecutivo, quien además es presidente de Abastible.
Al respecto, Cruz complementó que la adquisición "nos permite participar de una región que tiene mucho que aportarnos en nuestro viaje a las nuevas energías y negocios”.
Y si bien ambos ejecutivos no profundizaron respecto a análisis de oportunidades al otro lado del Atlántico o próximos negocios en la mira, en la industria dan por hecho que el acuerdo con Cepsa tiene objetivos mucho más amplios que el rubro de gas licuado.
De hecho, fuentes concuerdan en que el señalado "vínculo de largo plazo" con las empresas europeas apunta a estar a la vanguardia en nuevas energías –entre ellas hidrógeno verde y biocombustibles-, por los importantes avances en este campo. “Es una buena oportunidad para Abastible de aprender de nuevos modelos de negocios que se pudieran traer a la región, y viceversa”, dicen.
La vía verde del grupo hispano
Todo indica que Cepsa (Compañía Española Distribuidora de Petróleos) se aleja cada vez más del giro con el que se fundó en 1929 en Madrid para encaminarse progresivamente a las energías verdes. A través de su estrategia Positive Motion, la firma prevé inversiones entre 7.000 y 8.000 millones de euros a 2030 para convertirse en líder regional en producción de biocombustibles de segunda generación e hidrógeno verde, sumado al despliegue de una red de cargadores eléctricos de última generación. “Cepsa proyecta su ambición de ser líder en movilidad sostenible, biocombustibles e hidrógeno verde en España y Portugal”, explicó la compañía en sus resultados al segundo trimestre de este año, confirmando además sus objetivos para esta década de “reducir sus emisiones de CO2 de alcance 1 y 2 en un 55 %, respecto a 2019.
De hecho, el consejero delegado de Cepsa, Maarten Wetselaar, comentó sobre la venta de Gasib a Abastible que es un paso más en la estrategia del grupo para "convertirse en un referente de la transición energética, impulsando las inversiones en energías sostenibles negocios que esperamos representen en 2030 más de la mitad de nuestra actividad".
Y este propósito no solo se plasma en las metas, sino que ya se viene concretando mediante desinversiones en su negocio de petróleo. Este año, Cepsa cerró la venta de sus negocios de 'upstream' en Perú y Colombia, en tanto en 2023 llegó a un acuerdo con la francesa TotalEnergies para desprenderse de activos en Emiratos Árabes Unidos, consistentes en su participación de 20% en yacimientos, en una operación cercana a 1.500 millones de euros y que representó vender casi el 50% de su actividad en exploración y producción, informó Expansión.